**Quito, Ecuador** 12 noviembre 2025 - El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), pilar fundamental de la protección social en el país, se encuentra en el ojo del huracán. Bajo escrutinio están sus complejos mecanismos de pago, la remuneración de sus directivos y, con mayor urgencia, la insistente propuesta gubernamental de despojarlo de la administración de servicios de salud. La proforma presupuestaria del Estado para 2026 añade más leña al fuego, revelando asignaciones que no solo son consideradas insuficientes, sino que marcan una ausencia preocupante de fondos estatales para el seguro de salud del IESS.
### Un Vistazo a los Pagos y los Mejores Salarios en el IESS El IESS se financia principalmente a través de las contribuciones de sus afiliados y empleadores. En el sector privado, los trabajadores aportan el 9,45% de su salario, mientras que los empleadores contribuyen con el 11,15%. Para el sector público, el aporte personal es del 11,45% y el del Estado, como empleador, del 9,15%. Estos fondos se distribuyen en varios seguros especializados, incluyendo pensiones, salud, riesgos del trabajo, cesantía y el seguro social campesino. En cuanto a las prestaciones, el IESS otorga pensiones por vejez, invalidez y montepío, auxilio de funerales, cobertura por riesgos laborales, y asistencia por enfermedad y maternidad. La cobertura de salud se extiende a hijos menores de 18 años y puede ampliarse a cónyuges o convivientes con un pago adicional. Si bien los detalles de las pensiones individuales más altas no suelen ser de dominio público, las remuneraciones de los cargos directivos dentro de la propia institución sí han generado debate. En 2015, por ejemplo, el gerente general del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (BIESS) percibía un salario mensual de USD 13.356, mientras que un vocal del Consejo Directivo del IESS ganaba USD 6.419. Directores nacionales alcanzaban salarios de entre USD 4.381 y USD 5.155 en el mismo período. Estas cifras reflejan una estructura salarial en los niveles ejecutivos considerablemente superior a la base de aportación de la mayoría de los afiliados, destacando la autonomía del IESS para definir las remuneraciones de su personal. Actualmente, el IESS atiende a más de 700.000 jubilados, con un incremento anual de entre 40.000 y 60.000 nuevos pensionistas. La contribución del 40% del Estado para el pago de estas pensiones es uno de los mayores desembolsos gubernamentales hacia la entidad. ### La Controversial Propuesta de Separar los Servicios de Salud del IESS Una de las propuestas más resonantes y controvertidas del actual gobierno, liderado por el presidente Daniel Noboa, es la de retirar la prestación de servicios de salud de la órbita del IESS. Desde octubre de 2025, el mandatario ha expresado su convicción de que el IESS no debe actuar como proveedor de salud, sino que debe concentrarse en fortalecer su estructura financiera, sus inversiones y la sostenibilidad del sistema de pensiones. La idea es transferir esta función al Ministerio de Salud Pública (MSP). El presidente Noboa justifica esta medida argumentando la necesidad de eliminar "inconsistencias y zonas grises" en la gestión y la "situación crítica" que atraviesan los hospitales del IESS. Sin embargo, la propuesta ha encontrado fuerte resistencia y múltiples cuestionamientos. Expertos y gremios alertan sobre la inviabilidad jurídica y financiera de tal traspaso. Juristas, como el exdirector del IESS Jorge Madera, señalan que los artículos 369 y 370 de la Constitución actual establecen la responsabilidad del IESS en la prestación del seguro universal obligatorio, incluyendo los beneficios de salud, por lo que cualquier cambio requeriría una reforma constitucional. Desde el punto de vista económico, la asunción de los servicios de salud del IESS por parte del Estado sería una carga fiscal "enorme", que podría duplicar el gasto público en salud. El Estado ya mantiene una deuda histórica con el IESS que, a mayo de 2025, ascendía a USD 27.389 millones. Además, tanto la red hospitalaria del IESS como la del MSP enfrentan sus propias crisis, caracterizadas por desabastecimiento, falta de personal y cirugías represadas. La asambleísta Mónica Palacios ha ido más allá, denunciando un supuesto "plan oculto" del gobierno para desmantelar la salud del IESS. Según Palacios, el objetivo final sería privatizar los fondos de los afiliados y jubilados, utilizando el colapso posterior del MSP como justificación. La abogada Patricia Borja también ha puesto de manifiesto la incertidumbre sobre quién cubriría los subsidios monetarios por enfermedad y maternidad que actualmente entrega el IESS si la salud es transferida. El seguro de salud del IESS, cabe recordar, atiende a 7.1 millones de personas, lo que representa el 42% de la población ecuatoriana. ### El IESS y el Presupuesto General del Estado 2026: Dudas y Desfinanciación en Salud La proforma del Presupuesto General del Estado (PGE) para 2026 confirma que el IESS sí está incluido en las asignaciones, con una transferencia prevista de $2.926,25 millones. Sin embargo, esta cifra ha generado serias dudas y críticas por parte de expertos y representantes de los asegurados. Henry Llanes, presidente del Frente Nacional por un Nuevo IESS, califica el monto como "no real para el número de jubilados que se debe proyectar para 2026". Según sus estimaciones, la transferencia necesaria debería rondar los $5.000 millones, considerando el aumento anual de jubilados. Lo más alarmante de la proforma de 2026 es que el IESS **no recibirá aportes estatales para el seguro de salud** en el próximo ejercicio fiscal. El 91,74% de la asignación total para el IESS se destinará exclusivamente a la contribución del 40% para las pensiones del seguro general. El Ministerio de Finanzas justifica esta omisión en salud aduciendo que el proceso de conciliación de la deuda correspondiente a los años 2012-2023 aún está en curso. Esta decisión profundiza la preocupación sobre la sostenibilidad del IESS y la calidad de los servicios que podrá ofrecer a sus afiliados. La falta de una asignación específica para salud desde el presupuesto estatal para 2026, sumada a la intención gubernamental de desvincular al IESS de la provisión de estos servicios, dibuja un panorama incierto para millones de ecuatorianos que dependen de la seguridad social para su bienestar y atención médica.
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