**Quito, Ecuador** - 17 noviembre 2025 - En una jornada electoral que marcó un claro revés para la agenda gubernamental, los ecuatorianos se pronunciaron masivamente por el "No" en las cuatro preguntas de la consulta popular y referéndum celebrados el domingo 16 de noviembre de 2025. Con un escrutinio que superó el 88% de las actas, la tendencia irreversible consolidó la negativa ciudadana a propuestas clave impulsadas por el presidente Daniel Noboa. Este resultado, si bien el Gobierno lo catalogó como un respeto a la voluntad popular, ha sido interpretado por analistas y diversos sectores como un rechazo a la gestión presidencial y un freno a una profunda reconfiguración del Estado.
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Las cuatro preguntas que la ciudadanía debió responder abordaban temas de significativa trascendencia: la instalación de bases militares extranjeras, la eliminación del financiamiento público a partidos y movimientos políticos, la reducción del número de asambleístas y la convocatoria a una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución. En todos los casos, la opción del "No" prevaleció con márgenes considerables.
### Las Raíces del Rechazo: Más Allá de las Preguntas Específicas
Diversos factores convergieron para configurar esta victoria del "No", que se gestó en un complejo escenario político y social. Expertos y analistas coinciden en que la decisión de los ecuatorianos fue, en gran medida, un rechazo a la política del proponente, es decir, al presidente Daniel Noboa, más que a las preguntas en sí mismas.
**1. Desconfianza en la Gestión Gubernamental y Estrategia Política:**
Uno de los argumentos centrales es que el "No" constituyó un voto de censura a la gestión del Ejecutivo. La ciudadanía, especialmente en ciudades como Guayaquil, atribuyó la derrota gubernamental al incumplimiento de promesas de campaña, el aumento de la inseguridad y medidas económicas como la eliminación de subsidios y el alza del IVA. Politólogos como Alfredo Espinosa y Roger Celi sugieren que los resultados evidencian que los ciudadanos perciben que la mejora del país no depende de cambios constitucionales, sino de una gestión gubernamental más efectiva.
Se ha señalado que el Gobierno utilizó la consulta popular como una estrategia política para intentar afianzar su ofensiva autoritaria-neoliberal y desestructurar el régimen social e institucional de la Constitución de 2008, o para justificar reformas ya bloqueadas en la Asamblea Nacional. Esta percepción de instrumentalización política de la democracia directa, sumada a la falta de respuestas claras del mandatario y una cuantiosa propaganda gubernamental que no conectó con la realidad de la mayoría de ciudadanos, contribuyó al sentimiento de rechazo.
**2. Defensa de la Soberanía y el Marco Constitucional:**
La pregunta sobre la permisibilidad de instalar bases militares extranjeras en territorio nacional fue una de las más controvertidas. La Constitución de 2008 prohíbe expresamente esta posibilidad, y el "No" a esta propuesta se interpreta como una reafirmación de la soberanía nacional y la autodeterminación de los pueblos. Sectores críticos advirtieron que aprobarla significaría ceder territorio a intereses militares externos y una pérdida de autonomía.
Asimismo, el rechazo a la convocatoria de una Asamblea Constituyente (pregunta D), que fue la de mayor índice de negativa a nivel nacional con cerca del 61% de los votos, demuestra una voluntad de mantener la Constitución de Montecristi de 2008. Organizaciones sociales alertaron que este proceso no surgía de la voluntad popular, sino como una estrategia para rediseñar el Estado en favor de intereses económicos privados, sin una participación plena y deliberativa del pueblo. La Constitución vigente ha sido pionera en el reconocimiento de los derechos de la naturaleza y el carácter plurinacional del país, elementos que diversos expertos y líderes indígenas defendieron vehementemente.
**3. Protección de la Representación Política y Financiamiento:**
La propuesta de reducir drásticamente el número de asambleístas (de 151 a 73) también encontró una fuerte oposición. Expertos señalaron que esta medida no era técnica, sino política, y que beneficiaría a los partidos grandes y al oficialismo, restando representatividad a las minorías y a provincias con menor población.
El "No" a la eliminación del financiamiento público a partidos y movimientos políticos (pregunta B) se impuso con un 57% de los votos. Aunque podría parecer una medida de ahorro, los detractores argumentaron que debilitaría a las organizaciones políticas más pequeñas, incluyendo movimientos indígenas, campesinos y obreros, que carecen de respaldo empresarial, afectando la participación política y consolidando una democracia elitista. Esto implica que al menos diez organizaciones políticas nacionales continuarán recibiendo el Fondo Partidario Permanente.
**4. Un Contexto de Crisis y Precedentes Históricos:**
La consulta se desarrolló en un contexto de persistente crisis de seguridad, con altos índices de homicidios, y un ciclo de protestas contra la eliminación de subsidios al combustible. Aunque el Gobierno presentó las reformas como una respuesta urgente a la inseguridad, la falta de resultados concretos en esta materia y la percepción de que la solución no pasaba por cambios constitucionales influyeron en el electorado.
Ecuador tiene una historia de consultas populares, y en ocasiones anteriores, cuando la popularidad presidencial ha estado baja, los resultados han sido desfavorables para el Ejecutivo, como lo señaló un análisis sobre el comportamiento electoral. La ciudadanía ha demostrado en repetidas ocasiones una votación diferenciada y heterogénea por provincias, lo que desmiente la idea de un voto meramente por desinformación.
El presidente Daniel Noboa, si bien había logrado una victoria parcial en una consulta anterior en abril de 2024 sobre temas de seguridad, sufrió un revés en preguntas relacionadas con el arbitraje internacional y los contratos laborales por horas. Este historial reciente podría haber contribuido a una mayor cautela ciudadana.
En conclusión, la victoria del "No" en la consulta popular de noviembre de 2025 en Ecuador es un fenómeno multifactorial. Refleja una combinación de rechazo a la gestión gubernamental, defensa de principios constitucionales como la soberanía y la representación política, y una desconfianza generalizada hacia la instrumentalización de las herramientas de democracia directa para fines políticos. El resultado abre un nuevo escenario político para el país, donde el Gobierno deberá buscar otras alternativas para cristalizar sus propuestas y donde la ciudadanía ha reafirmado su poder de decisión frente a las iniciativas del Ejecutivo.